Más dinero, más prevención y menos represión a la población en riesgo. Estos son los principales mensajes de La 22va Conferencia Mundial sobre el Sida, la cual tuvo como sede Ámsterdam y donde miles de delegados entre investigadores, activistas y personas portadoras de este virus mortal se reunieron desde el pasado lunes 23 de julio para un encuentro de cinco días marcado por las advertencias sobre los riesgos de la autocomplacencia y la falta de fondos.
La Conferencia Internacional sobre el SIDA (AIDS) es la reunión más grande sobre cualquier problema de salud en el mundo y ha sido un punto focal clave para intensificar los compromisos políticos, científicos y financieros que han estado en el centro de algunos de los hitos más innovadores de la historia. Este año se celebró bajo el lema “Rompiendo barreras, construyendo puentes”.
No sólo se discutieron nuevas terapias y se presentaron las novedades científicas, sino que también se debatió sobre derechos básicos de los pacientes: por ejemplo, cómo los grupos especialmente vulnerables en el mundo, pueden acceder a pruebas y terapias.
En Ámsterdam numerosas personalidades apoyaron la lucha contra el VIH/sida y se pronunciaron en contra de la estigmatización de los infectados. Entre ellos, estuvieron; el expresidente de Estados Unidos Bill Clinton, el príncipe Harry de Inglaterra y el astro del pop Elton John.
En un principio, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) se había propuesto en 2014 poner fin a la expansión del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) hasta el 2030. Pero ese objetivo parece inalcanzable. En determinados países y en regiones de todo el mundo “vemos otra vez cómo la epidemia vuelve a crecer”, advirtió la presidenta de la Sociedad Internacional de SIDA, Linda Gail-Bekker.
Actualmente hay 37 millones de personas infectadas con el virus del VIH, que puede causar la enfermedad conocida como síndrome de inmunodeficiencia adquirida (de ahí el acrónimo “sida”). La mayoría de ellas vive en África. Casi el 60 por ciento de ellos ya recibe tratamiento, señala ONUSIDA.